Es sólo la constancia de una poética franca y anécdotica de experiencia existencial.
Marca la vida de la poesía y su creador, van de la mano en este mundo de observación permanente que fluye en el parir de un poema.
Con el esfuerzo del dolor y el sufrimiento de la palabra. El poetastro te invita a su mundo poético de magia e inspiración.