esas poesías con boca de lujurias,
una hablaran de las clínicas y los enfermos
que ahuyenta la muerte,
otras solamente vendrán
desde las montañas añorando
un regreso de los arroyuelos .
Me cubriré el rostro
en las conquistas de tu propia historia
un lápiz será testigo de lo que escribo.
Entonces se humedecerán tus labios,
y cantaras en
habitaciones
que guardan sudores y pasiones
de orgasmos y desilusiones.
Y te esperare imperfecto
en las laderas proscritas
en una celda del
pensamiento.
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