Ahora todo estaba aquí
para que correr tras la nada.
En el nihilismo, existía
un dios en la inmensidad.
Yo bajo la pequeñez del pensamiento deleitaba los sentidos.
Habría que esperar el crepúsculo
y reír con el decadente astro.
Esperando la noche en la bohemia.
India de los pervertidos corazones.
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