He soñado con un loco que pudo fumarse las últimas páginas de la biblia.
Hoy atravieso otra ciudad buscando respuesta del apocalipsis en el tiempo.
Y mientras subo a las regiones enojadas del ser, a mil leguas mis resentimientos descansan en tus mejillas.
Ahora está colina divide el mar con el río que sumba por el viento.
Llegando a tu aposento con el reguero de la melancolía.
Límite de un domingo odiado por la suave pendiente de este camino que alcanza tu olor más íntimo.