
los hombres en guerra
los policías lustrando sus zapatos
en una estación del tren
los soldados aman su fusil.
Muy cerca los prostitutos el teatro
los títeres la risa de los niños.
Nunca la pude llevar a la iglesia
mi ateísmo pudría su alma.
Los amenes me consagraba a la espiritualidad
Yo amaba los conceptos abstractos
mucho tiempo después la intelectualidad
era un vacio de mi existencia.
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