
yacen los hombres
vigilando al pueblo.
Mañana hablamos de los odios

el olfatear de los ecos,
tocando las piedras.
todo el infinito en mi Tierra.
Es sólo la constancia de una poética franca y anécdotica de experiencia existencial. Marca la vida de la poesía y su creador, van de la mano en este mundo de observación permanente que fluye en el parir de un poema. Con el esfuerzo del dolor y el sufrimiento de la palabra. El poetastro te invita a su mundo poético de magia e inspiración.