jueves, 14 de febrero de 2019

María del Pilar

Maria del pilar 
En está casa
nuestros rostros fueron soledad.
Una infinitud de tristeza
en la ausencia del progenitor.
Pedir perdón,
eliminar los rencores,
las palabras que dividen sentimientos.
Dicen que es la existencia
el descalabro de la locura
que impregnan la osadía de vivir. 



lunes, 11 de febrero de 2019

Fueron las hojas

Omaira
Si las que lloraron
fueron las hojas.
Hijas del viento
que vienen de la montaña. 
Pendiente llegan
a su destino
al otro lado del pueblo.
Todo fue rápido,
blandían de orgullo,
junto a la tumba .
  En la noche el burro rebuzna
 y el perro satanás
ladra a los espíritus.
Ahora  no hay miedo
  tranquila en la cama,
parte a su encuentro.




                                                                                                                                                                                                                        














viernes, 8 de febrero de 2019

LA BICICLETA

 La bicicleta de mi padre
 en un rincón del patio;
 con todo y el perro  la robamos
 fue a tener  en una chatarra.
Después  los hombres obsesivos
 te vieron jugar en el billar
brindaron por el dinero,
y  morían por tus senos.
Que novedoso montar bicicleta
son cosas del  tiempo.
Ahora tengo una roja
traída de Holanda.
La puedo llevar
colgada  en forma simple
en mi cuello. 

martes, 5 de febrero de 2019

Dracoba en los Valles Juno

Pensar en esa cama. Los objetos que lo conforman, la belleza de sus sabanas, la frescura del amanecer que penetra por la ventana. El amplio salón, la majestuosidad de su entorno; el cuadro de un niño, el poema descrito en una cartulina, una poesía, el día de la madre. Los años de una foto despedazada en el rincón del escaparate; un gran tumulto de sillas formando una letra. Debajo de la cama un cordón del zapato y un preservativo usado inclinado en la pata trasera, que da un aspecto macabro. Parece un patíbulo de los pistoleros del viejo oeste; la habitación es calma, en medio del bullicio de las niñas que juegan en el pasillo a la princesa. Dracoba de los Valles Juno, lo escucho rítmico, una pausa donde el grito máximo es: hijueputas pelás no dejan dormir. Así prosigue la mañana los sonidos de los trabajadores con sus palas y picos; moldean la nueva avenida con sus amplios andenes y árboles que florecen en medio del invierno, que se acerca con lluvias que salpican el alma de cada habitante esperanzado con el pacto del progreso.

lunes, 4 de febrero de 2019

Ingrávida

Debo precisar
la rosa en su fragancia 
impactante ingrávida.
No te canses de ser bella,
Ingrávida
en el dominio finito de los días.
Dicen que eres la rosa
de los suburbios trágica
obsesión de los olores,
en la ínfima nostalgia.
Cubres los sabanales
que precisa la ternura.
Voluntad de las hierbas
que enredan los jardines,
de enfadadas tristezas.