miércoles, 20 de noviembre de 2019

SUSIN

CARMEN Y MARTIN
Llegaste de la calle moribundo
caíste en el patio con tus ojos fardos.
Oh, gato místico de tejados huecos.
Jerarca de una manada de felinos,
superiores a los hombres.
Tu muerte trágica y silenciosa
entristeció el ambiente, las flores se marchitaron.
La clorofila  de las verdolagas se regó en lagrimas por todo el cuadro del patio.
 Aún los pájaros con sus melodías
matutinas dejaron de cantar.
No bastó acariciar y sentir el dolor.
El yermo violento del hombre fue más poderoso, aniquilante en la armonía de tu esqueleto.
Mientras morías entre los naranjos que florecen entre papayos de invierno,
las hormigas daban por sentado tu funeral finito.
Quizás la luna y esos  dioses desconocidos te den la paz en los lugares insólitos del universo.
Impregnado de noches sonámbulas en orgías eternas.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Los Candados


TINAS
Las piedras alrededor del cauce desprendían los aromas de los girasoles. La pequeña ruta donde los peñones  impedían el paso,  adentro las antiguas causa de la violencia.

 El desplazamiento de los campesinos, chozas quemadas, esqueletos de ganados  y seres  humanos podridos.

  En el sendero de san Antonio. 
Ese milagro de los habitantes, una pesadilla  años de guerra ideológica. 

Cuenta quién llegaba al pueblo:
 Entraba  pero no salía, un tiro en el corazón en plena plaza dejaba evidencia de que todos eran culpables. 

En esa época se agrupaban en los cerros de la garrapata, desde ese ángulo podían observar el movimientos de las fuerzas militares acantonadas en las viejas casas de madera construida por los colonos que llegaron en la segunda guerra mundial  emigrados de la región Vasca.

 Todo cambio los grupos insurgentes se tomaron el pueblo y el imperio de la ley luchas de clase hizo su nido.

 Fue una conquista de matanzas.
 Había que eliminar los burgueses del  pueblo , cerrar con candado toda las casas de ricos y pobres.

 Sin privilegio, traer de las montañas a la gente. Se tomaron cada unas de las viviendas de los propietarios.

 La lucha había comenzado, desde  las profundidades nostálgicas de las tinas.

PERRO VIEJO


PERRO SENIL

Calle del cerro donde Sotomayor.
Con sus puntazos descomunales hacía goles olímpicos.
El gran Víctor Julio, la mole en el back centro del campo.
Has muerto pero eres inmortal en la piedra.
Esquina de rebeldía y nostalgia.
Se precipita la congoja en los ojos húmedos del ayer.
Cómo no recordar esta farmacia 
alrededor nuestro toda una generación te visitó.
Mientras perro, pudimos amar las primeras novias.
Las primeras borracheras: kioscos de la plaza y Alies apartado las rencillas. 
Ahora podemos contárselos a la prole.
 Que aquí existió una casa de jardines colgantes.
 Mujeres meditativas y  rancias en el tiempo.