sábado, 8 de julio de 2017

Los canarios con sus trinos desviaron la atención de los obreros. Recién llegado de sus casas comentaban sobre la decisión unánime de los gringos de partir del país, hacia nuevos proyectos. Todo el dolor que producía la partida de los fumadores de habanos, esos eran ellos los grandes del paseo; alegrías -- tristezas profundas del amor a lo desconocido. Y allí en el bolsillo el dinero que suaviza el destino de los hombres. Lo ganan todo y lo pierden todo, ese era el juego de su imperio.

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