miércoles, 3 de abril de 2019

Lluvia y rezos

Podré beber las lluvias
de abril y sus luciérnagas
adheridas en las ventanas.
Ahora mismo los turpiales
se ausentaron del patio.
Cortaron los frutos,
la flor sin nombre.
Mientras hacían el inventario
de la casa para venderla.
Tanto maldecir la calle.
Y el loco que fuma yerba
siempre me pregunta:
¿ cómo está tu enfermedad?
que buen vecino, no es hipócrita.
Amanece otra vez
y llueve por esta tierra
de cánticos celestiales.
A llegado la semana
de los condenados
y vendrán a visitarme,
aquellos que amo.
Y rezaré un padrenuestro,
seré menos ateo y más cristiano.

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