En la vaguedad de las horas
hay tiempo para abrir
los sentimientos resentidos.
Todos partirán por las aceras.
En los árboles dormirán los hombres,
y los pajarillos cantaran.
Se cumple la sentencia:
Las bocas en el crepúsculo
no perderán su vértice.
en las entradas de los pueblos.
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