sábado, 9 de enero de 2016

INSTANTES



El día pierde su intensidad
llega la razón con el canto
de los pájaros
ocultos en el crepúsculo.

Ahí la obsesionada noche
de rosas indefinidas
que precisa la hora
en estos jardines.

El instante de un beso
en el espacio cóncavo de lo mórbido
          ¡cuanta vergüenza
         en tu piel de acacia!

Al contemplar tu hermosura
           que desciende
de una llanura de alegría
         miro el infinito.

Alguien ocupa el lugar
que precisa la belleza
de enfadadas miradas
¡cuanta vergüenza en tu piel mulata!.

Es la fragancia
imperativa de un poema
que domina la causa
noctámbula del amor.

Algunas sombras
acarician mejillas,
algunas otras
    ligeras,
seductoras,
aman la muerte.

Van al borde de la luna
             eterna.
acarician la noche
de vagabundos torbellinos.

Allí las sombras encantadas
       definen sentimientos
            de una historia
                  exacta,
            de amor y pasión
         que ciñen el destino,
      un impacto de nostalgia

               Sólo queda      
          el tímido anochecer
              de las lagrimas.  

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