enjaulado por el crepúsculo,
es cotidianidad en el tiempo.
Y allá en la montaña cantan otros pájaros
los árboles dan a tus nidos
el amor de primavera.

los colores del amor reinan.
Pasa un colibrí
saciado de girar
por la casa lejana
y los néctares de los olores
preñan el ambiente.
Y allí en el origen de tus cantos
los hombres encantados
sueñan con el amor en el pétalo.
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