Está lejanía llenas de palabras insultantes y cómicas!
¡Basta! que el corazón sangra,
y la tristeza invade de dolor.
Por aquí en la habitacion un libro rueda por el piso, en unas de las páginas -- dice: -- volver a ti, única casa-- entonces sólo por ti, lo haría. Alejarme de la urbe.
¿A quién conquistar en las creencias habitantes de tu ser?
Hoy sería tu hábitat en el vergel,
aromas perpetuo en tu boca.
Pronto un beso saciaria el pensamiento vengativo
y en el silencio un eden de la divinidad celestial.
Divino es el ser que viene,
en carruaje a dar veredicto.
Palabras vulgares van al viento, como gotas de rocío en una madrugada eterna.
Aquí la utopía del amor. No es un arriendo, es la propiedad del silencio, volver adentro. Limpiar tu casa.
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