viernes, 15 de diciembre de 2017

niñosCorrer por las calles polvorienta del barrio. Unos pantalones corto una cabuya de amarre sostenía su prodigioso vestuario por aquella época mi primo el Totti vislumbraba como un animalito libre saltando llevando toda clase de chechere y mi abuela rígida con el manduco golpean las costillas por sus travesuras y volvíamos llorar porque triste se iba para la otra calle y quién se quedaba en este corredor con la perra a cuidarla la tienda de la tía Carmen, sí entre juguetes prestados por cachaco Ortega pasábamos el día comiendo la lechera robada en el armario.

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