En el octavo mes de la huelga general los
obreros se tomaron las oficinas. Los gringos departían sus extravagantes
oficios chupando las tetas de las secretarias . Con polleras en manos,
danzaban al ritmo canciones
tradicionales << Ese era la comedia de cada día te dejas te dejo>>.
Pero un grito en el alma obrera retumbo en los
salones, ellos o nosotros, con puntapiés que sonaban
en las
maderas de las casas prefabricadas, por los carpinteros traídos de los confines
de la patria. Se recuerda el gringo caído al suelo, instigado por el miedo
pidió perdón por sus aberraciones sexuales , ya era tarde los obreros
enceguecidos le cortaron el escroto. y lo pusieron como adorno en la entrada de
la gerencia.