En esa
etapa de los acontecimientos nadie confiaba en nadie. En los torniquetes
los guardianes conversaban las noticias de los periódicos de los gringos, adoptaban medidas de seguridad en contra de
los obreros que ganaban terrenos en cada punto de la ampliación petrolera. Mientras tanto las notas decían: Se acelera el ritmo…entregas
a la vista el proyecto avanza con porcentajes en la entrega mecánica de las plantas
vacaciones en los hoteles de Houston.
Después de largo tiempo las polvorientas plantas, con sus animados jueces decretaron la Protección de los bienes del Estado.
Decisión audaz que le dio el golpe definitivo a los sindicalistas; que según la multinacional estaban obstaculizando
“el libre ejercicio de la exploración”, con estos argumentos los ejércitos
penetraron en cada unos de los sitios de las unidades, aplicando con toda la
fuerza la intimidación y el terror hacía los trabajadores que desprotegidos, proclamaban sus consignas dando golpe a las
tuberías << fuera gringos, fuera
…>>.Eso no valió nada.
Para el mes de julio los obreros fueron
extinguidos unos por que corrían hacía
las mallas electrocutándose, los otros
fueron despedidos sin justa causa por incitar a actos violentos, por último los
restantes fueron conducidos a las pequeñas islas fuera del continente.
Condenados por obstaculizar el progreso.
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