La imaginación diseñada empezó a crecer. Había un alma de la
creación la señal inagotable de esperar el surgimiento de un milagro.
Establecido en las laderas de lo incompresible, este momento llega con la
madurez del pensamiento, cuyos límites le pertenecían sólo a la especie múltiple
de los que habitan en el cosmos.
¿ cuál ateísmo ? todo existía en la conciencia de unos seres
que recreaban sus erectos en bocas lujuriosas. Entonces invadieron los nidos que
abrigaban los hijos de nuevos reinos, el
lenguaje universal se revistió de signos iguales, las doncellas parían en los
carruajes en las orillas perpetuas de grandes coitos. Y los dioses en los sentimientos de las hordas, sintetizan
la fecundidad del Olimpo. Este animal poluto, rompe los miedos errantes en
pueblos inhóspitos. La soledad imperativa de la locura viajan a los refugios infinitos. Es la psicopatía
prehistórica de ovaladas cabezas que encierran el misterio del universo
Vendrán por el espacio e impondrán el sello del exterminio
la célula diversa de la creación , la
guerra de la especie humana, pequeños planetas protegen las gravitaciones de la
verdad cósmica. Saldrán de las paredes embrionarias los dioses leerán sus
respectivas revelaciones , sin asombro. Besaran
la existencia de los mares muertos y surgirá al lado de los navíos de oleajes fantásticos.
Así la vida de cosas extraordinarias
emana de lugares cándidos jurisdicciones eternas que sentencian
el bailarín y la creación, harán el pacto de nuevas criaturas.
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