viernes, 9 de junio de 2017

Masa Gris

Aún el cansancio en horas suicidas, influía en las mínimas decisiones de mis pensamientos. La utilidad de morir  como un digno representante del homo sapiens;  tener el cuerpo podrido sin alma, me aterrorizaba.
Esos momentos de  frustración. Intimidades visibles. Sufrir  depresiones, orgullo, celos, lujuria  angustias instintivas  en la deformación de los axiomas espirituales que edifican  la existencia.

Friccionar  las premisas sociales de unas creencias ateístas que no supe manejar por  la mediocridad  amoral de mis deformaciones interiores, sostenerlas  través del tiempo sin culpabilidad  y arrepentimientos fue un caos en mi pequeño mundo, hombre rastrero  e inútil.   Solo queda arrodillarse ante el ritual. Orar inclinado hacia las grandes cumbres de la meditación y la oración.  La masa gris del pensamiento, horizonte  crepuscular  del ser. Allí espero ambas verdades la vida y la muerte, amen.  

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