miércoles, 7 de junio de 2017

Casa de Mantenimiento

  Las madrugadas se hicieron agobiantes. Los muchachos de la 111, nerviosos consumieron la dosis del virus.  Keeping house de la avenida séptima,  fue clausurada. Los códigos rojos con ahínco sonaron por todo el proyecto. Las multitudes con la epidemia, desbocaban los sonidos nostálgicos de la protesta, ahí los capataces  desperdiciaban sus talentos  en consolar a los gringos,  por la demora de las labores,  cogieron la costumbre  decente,  de prenderles  los cigarros  de marihuana   en las habitaciones  eléctricas; donde los maricones hacen  festín con  la boca llena esperma. Así los acontecimientos de ese tiempo, solo tenía eco en la misma prensa acomodadas a las opiniones de los yanquis.     

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