Por el año cuando se comenzaron las
excavaciones de los canales. Llenos de
putrefacciones orgánicas, que producían las aguas contaminadas. Los peritos realizan sus informes para la nueva represa, para reducir el daño irreversible de
dichos químicos. Los obreros sintieron
pánico, por las muertes sucesivas en ese mes de convulsiones contradictorias,
que originaba la huelga. Se dio el estudio de estos hechos, llegando a la conclusión: Todo se dio por beber las
aguas de los lavamanos. Todo quedo
precluido en los juzgados de la república.
Al sexto día de la convención colectiva. Los
huelguistas con la libre decisión de irrumpir en las áreas prohibidas, les
escupieron el rostro las gringas, ocupadas
del despidos masivos.
Ellas sutilmente sacaron los pañuelos sacudiéndolos hacia arriba como símbolo de victoria. A una
clase burda. Que esgrimía por los poros la derrota.
Después del accidente de los muertos, la
dignidad de los dos bandos se hizo más aguda, ya en dichas discusiones las
partes insinuaban la violencia, como último recurso de sometimiento. Mr. Vernon se dio a la tarea, que las plantas fueran militarizadas, “ cualquier disturbio
se aplacaran con la bala. Y, la sumisión de estas bandas de agitadores que no hacen un culo por la
patria.” Si no interrumpir el verdadero progreso de la región; estas órdenes
sonaron en todo el proyecto como el santo y seña. El poder de los capataces, se
consagró. Estas porquerías de indios traídas dentro y fuera de este
país, harapientos que en la
práctica no servían para nada, porque
ellos no poseen la tecnología, para su autodeterminación y
orgullo mismo. Exclamaba el gringo- en su texano ingles.
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