sábado, 19 de junio de 2021

El muro

 Otras putas se alejaron de ese lugar.

Gritaban simétricas 

 los cantos de la  lujuria.

Amaban el placer de la carne

 y esa oratoria de los sumos sacerdotes.

Y aún de los intrepitos  gladiadores.

Que deambulan por el palacio

 con sus bocas hediondas por el vino,

Suspiran la promesa del perdón.

Nadie le importaba sino matar 

la congoja de la libertad.

Entre piedras y hombres la historia

de los  reyes en decadentes imperios. 

Deliraban con el olor de las piscinas

 y la desnudez de las uvas.

Y esos tributos de no mirar atrás 

los senderos de las rameras y las míseras ciudades y sus viajantes.

El esplendor auyentaba la venida del anticristo. 









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