¿Quién gana la existencia?
tus bellas mejillas.
la cólera cotidiana,
los temores que encierra una tragedia.
Hoy no fui al trabajo,
me duelen las caderas.
No puedo concentrarme,
los recuerdos y el coqueteo en el centro:
las fructas, el deseo del sexo, la pensión.
Mientras en el Parque de las putas al frente el tranvía y su gente que maldice
el poema de los pactos en una habitación.
Aqui sigo con este libro devoto de una escritura mediocre.
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