lunes, 22 de marzo de 2021

Rastro

 Siempre te estuve esperando.

Y he vuelto trás mi peregrinación.

Vuelvo a tu nido.

¿Tú? Explícita juntos regresan a lo ínfimo de la vida.

Dirás la nada, las creencias.

Aquí en el árbol de guanabana, 

los lirios en ese lugar onanimo de la penumbra.

Volver a una casa de infancia

 te llevaba con el frasco de la leche.

Con tus zapaticos de color en esa casa de piso alto de muñecas de ensueño.

Muy niña tierna,  invade el corazón.

Horas existentes, el morbo del amor 

en la estancia de nuestro pueblo.

Imperante te fuiste quizás 

con el  rastro de la nostalgia, el olvido.

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