Todavía las brisas pegan en tu cabello y vuelan los hilos formando en el firmamento frases misteriosas difícil de leer/.
Piensas en el alma de esa deidad.
Te persibe como un ser maldito.
Que almacena sensibles agonías traídas del cosmos/
Forman carruajes vagan por las lineas invisibles de la vía láctea, complacida te deja llevar por el esplendor de su belleza territorial.
Cualquier movimiento de tu hermosura, ciñe años luz en la gravedad tu ingravidez de pluma.
En un rincón del tiempo,
donde también hay tristeza y holgorio de placeres lujuriosos.
Este sistema de experiencias siderales distante del pensamiento del homo sapiens.
Editan la muerte en un instante del universo.
Te buscan con las brisas de marzo soplan por las ventanas del espacio.
Calculan en tus sentimientos la arrogante partida, resplandeciente de poemas tanto sonoros y decentes de lírica.
Lejos ellos buscan en ti,
tu hermosura infinita.
Es un lujo de otros mundos cósmicos,
Ate prodiga como un milagro deidal
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