Alguien en el sueño
agitaba en el cuarto
el sonido de la madrugada.
El insomnio de otros sueños me precipitaron al abismo.
¿ Qué podría hacer en medio de la oscuridad ?
Mi padre sólo se despidió entre los viajeros que descansan en los taburetes de las casas antiguas,
en la multitud de la gente del pueblo.
Caminan en las tardes irreversibles de la existencia.
Fin de un llanto, el sitio del tiempo,
sin imaginar tu aposento
glaciar de los grandes valles de tu risa irreversible.
Está huida de la vida, en la angustia,
con una lágrima en el rostro. Mueca mordaz en los recuerdos.
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