La noche entra en su etapa final.
Los locos del barrio fuman al compás de un libro.
Los automóviles pasan por esta avenida allí al lado los centros comerciales,
a llegado a tal punto que no se puede oxigenar los oídos. Mucho ruido que hijueputa molestia.
Los vecinos siempre con las ventanas cerradas, intimidan con un silencio sepulcral.
Pronto esté poema se confundirá y caerá en desuso, termina en el ocaso. Ahí estará la noche con una tristeza.
Me importa si es poesía, sólo escribo por una necesidad y tal razonamiento fortalece la visión que tengo de si mismo.
Más luego la luna saldrá y podre mirar las estrellas y complacer mi ego con la maravilla del universo. Fumare un cigarro y dormiré pensando que moriré
en un sueño cautivo por el mismo sueño boca abajo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario