Todo llegó a tal punto de confusión y decidía.
El amor en el esplin declina su hermosura.
¿Quién podría detener ese remolino emocional en las fibras del alma? Las explicaciones del ayer o el presente que motivan en la conciencia la derrota de la pasión.
Todavía existía la posibilidad de reinventar lo único puro allí en las bancas de un parque urbano.
Mendigar dentro de si mismo el inventario de los placeres decadente, en el atardecer de alegrías y tristezas. Y con una cuota de rabia y de celos por la lejanía.
Otras ilusiones surgirán como pretexto del olvido.
Tal vez en un rincón de tu corazón la nada será nuestro final.
Aún así estaremos dispuesto a seguir batallando con los egoísmos impregnados en la mente enloquecidas por los manicomios de la hipocresía.
Mientras acongojados miramos el horizonte pariendo suavemente el sufrimiento por el olvido
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