Cuando sale y baja el sol,
pegan los hombres contra la tierra.
En esa casa de locuras.
Ella quisiera, una vida normal.
Llega el paraíso sin melancolía.
El tipo lleva una señal en la frente
va por las cabañas hacia adentro.
Ayer en la escalera muy arriba,
después del olvido de un brasier
de un país de frontera culminó el encierro de los muertos.
No critiques su cuerpo.
¿ Quién es el amante quién es el marido? Respuestas inútiles retorna la idolatría.
Miedo a los golpes poéticos.
Aquí espero en los barrios la venganza arriba abajo de la urbe.
Tú me dijiste que no me metiera
en sus lujurias el tal arlequín de la cuadra.
Esa espátula el cincel un muertovivo.
Y esa azúcar de las plantas
honda como en su casa.
Dios de la muerte el Hade,
hombres creyentes.
Un café de mala gana consumiendo
la marginalidad en el bohío.
No es compulsión es un dicho callejero.
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